Tuesday, February 25, 2014

El paraíso entre dos famosos valles malargüinos

Valle Hermoso ubicado a solo 90 kilómetros de Malargüe, en las cercanías de los Valle de Los Molles y Las Leñas ofrece naturaleza y un paisaje pastoril inigualable para disfrutar de un verdadero descanso
Malargüe es uno de los departamentos más ricos de la provincia en materia turística y pese a que los atractivos se explayan por sus 42.000 kilómetros cuadrados, la cordillera sigue siendo el escondite de los más increíbles paisajes naturales. Los Molles y Las Leñas hacen de antesala a uno de estos tesoros malargüinos ubicado a 21 kilómetros del centro de esquí por un ríspido camino de piedra que solo se halla habilitado en verano. Por las características de la ruta, es recomendable hacer el recorrido en vehículos altos aunque es posible hacerlo en bajos con precaución. La flora agreste y la forma imponente en que la cordillera envuelve el paso de los autos van descubriendo el encanto de la naturaleza, mientras que el ganado caprino aparece y se acerca sin tapujos, sabiendo que en esa zona están a salvo. A una altura aproximada de 2000 msnm, los ríos Cobre y Tordillo cruzan el camino que permite visualizar la belleza del Valle Hermoso con su pequeña laguna casi dibujada. Este mismo continuará hasta “El Mirador” donde se podrá observar una vista única del valle y la imponente mole de piedra denominada El Centinela. En ese punto se alcanza unos 3000 msnm aproximadamente para descender hasta el complejo existente junto a la laguna. El lugar cuenta con camping que permite acampar o simplemente realizar picnics con espacios para fuego, servicios de sanitarios y un restaurante que ofrece buena gastronomía. Algunos se animan a hacer el recorrido hasta la Laguna del Sosneado en bicicleta, mientras que otros van por la exquisitez del agua cristalina de deshielo con la intención de realizar deportes náuticos del tipo ecológicos, ya que no se permite ninguna navegación a motor. El kayak es uno de los preferidos, mientras que los amantes de la pesca con mosca le hacen frente al caudal del Rio Tordillo atrapando buenas truchas. En el complejo es posible contrata cabalgatas siendo una óptima propuesta para disfrutar la jornada. Las mismas pueden tomarse por una hora, siendo pequeños paseos a caballo por las inmediaciones sin demasiadas dificultades o tomar la cabalgata de tres horas que permite introducirse en el paisaje y llegar hasta el surgente de aguas termales naturales. Esta última comienza en la laguna y se dirige al oeste, atravesando los ríos Cobre y Tordillo, donde se llega a las aguas termales de azufre, que invitan un baño reparador. Los visitantes pueden sumergirse en aguas calientes y relajarse en medio de la naturaleza. Desde este paraje también se contratan las cabalgatas que hacen el cruce sanmartiano por la Cordillera de Los Andes, una aventura que requiere entrenamiento y disposición de por lo menos una semana. Otra opción interesante es la caminata a los petroglifos - rocas grabados de tipo aborigen que poseen una concordancia con las constelaciones- las cuales atrapan la curiosidad de estudiosos en materia de astronomía y arqueología. Es importante tener en cuenta que durante el día el clima es caluroso altamente soleado con pocas sombras que permitan el reparo por lo que es conveniente contemplar la protección solar y durante la noche refresca bastante.

Sunday, February 16, 2014

El Diamante de Mendoza

Es una joya invaluable del patrimonio provincial que ubica en el departamento de San Carlos, declarada Área Natural Protegida, la Reserva Natural de la Laguna del Diamante espera a los mendocinos en su corta temporada para enamorarlos con todos sus encantos
La Reserva Natural Laguna del Diamante es uno de los sitios más encantadores de la provincia y sin embargo uno de los menos visitados. La mayoría de los mendocinos la tienen entre las visitas pendientes y genera una especie de añoranza cuando alguien la nombra pero pocos se le atreven. Fue declarada Área Natural Protegida en el año 1994 y se accede a ella por la RN 40 hasta la localidad de Pareditas en San Carlos y luego debe empalmar por la RP 98 hacia el oeste. El gran problema que obstaculiza la decisión de conocerla, es su camino habilitado desde diciembre hasta principios de marzo en el mejor de los casos. Se puede ingresar desde las 7 hasta las 17 horas y la apertura se encuentra sujeta al estado climático por lo que es recomendable consultar previamente antes de realizar el viaje (http://reservalagunadeldiamante.blogspot.com.ar/). Si bien no hay ningún impedimento para ingresar con cualquier vehículo es preferible que sea uno relativamente alto con tracción de 4x4 o 4x2 porque la mitad del camino es tipo serrucho y de tierras ripiosas (50 kilómetros aproximadamente) hasta llegar al Puesto de Alvarado para ingresar a la reserva y posteriormente es apedrado, con piedras flojas y acantilados pronunciados que incitan a la aventura rally (otros 50 kilómetros). Asimismo, la adrenalina del camino es balanceada con el esplendor de la naturaleza apenas se pasa el puesto de los Guardaparques (donde cobran el ingreso de $70 cada dos personas y dan indicaciones de hábitat para preservar la reserva). La naturaleza propone un esplendor de colores e imponente montaña que juega permanentemente con el camino junto a la flora y la fauna excepcional del lugar. En la Pampa de los Avestruces, las águilas merodean las cumbres de las montañas, mientras familias de guanacos transitan calmos y miran pasar los visitantes, como si supieran que son el emblema de la reserva. La vida se abre paso entre rocas agregándole un tinte verde con vegas y mallines al predominante gris del lugar. Este fértil ecosistema es considerado “la Selva de Los Andes Áridos” dando asilo a las más diversas especies altoandinas. La zona cobija además vacas que pastan a la vera de los arroyos, zorros colorados que se esconden de los humanos y cientos de aves como jilgueros, gansos silvestres, suris cordilleranos y cóndores entre otros fáciles de apreciar. El camino sinuoso y el espectáculo de la naturaleza matizan las tres horas y media de viaje desde que se toma la huella dejando la Ruta 40, algo que vale totalmente la pena cuando el Volcán Maipo se luce como un galán imponente con nieves eternas sobre su manto oscuro y al pie como en un desmayo la Laguna del Diamante cristaliza una belleza inaudita de azul profundo. Es un cuadro natural para contemplar, sobre todo cuando el volcán se refleja en la laguna actuando como espejo y juntos forman la figura del diamante que le da el nombre a la reserva. Representan una de las principales manifestaciones volcánicas de la región cordillerana y su contenido hídrico es aportado por los deshielos dándole una profundidad de 70 metros que da origen al Rio Diamante. El espejo de agua contiene tres especies de truchas: marrones, frontanalis y arco iris que son las protagonistas de la atracción de aficionados pescadores ya que la sobrepoblación garantiza la pesca deportiva apta para el consumo y aunque se prohíbe el ingreso de todo tipo de navegación, se puede utilizar para pesca una especie de botecillo flotante, autorizado por guardaparques del lugar. Asimismo, para pescar se debe gestionar un permiso en la Dirección de Recursos Naturales Renovables (ubicada en calle Boulogne Sur Mer s/n, Ciudad de Mendoza). El agua tiene una temperatura promedio de 12 grados que hace posible bañarse aunque el clima suele ser ventoso y frío. Asimismo, es recomendable llevar protección solar ya que la naturaleza agreste escasea de reparos y los servicios del lugar están sujetos a preservar el ecosistema, por lo tanto carece de luz eléctrica y existe un solo espacio destinado al acampe donde se puede usar sanitarios y encender el fuego para compartir un asado con la vista de la encantadora Laguna del Diamante. El Volcán Maipo con una altitud de 5323 metros siempre está a la espera de los amantes del trekking que se animan a abordarlo. Pese a su imponencia, el ascenso es accesible para los menos entrenados aunque es recomendable consultar a los guardaparques del lugar según las condiciones climáticas. La fotografía y el avisaje son las actividades complementarias además de la reflexión a la que invitan estas 192.000 hectáreas de exhausta naturaleza en que los humanos somos invitados y como tales es nuestro deber respetar a los anfitriones para preservar un mundo mejor.