Color y alegría, adrenalina y risas, la inocencia y la audacia todos bajo una misma carpa. Desde que éramos chicos, la emoción de ver llegar el circo al barrio conmovía a niños y adultos que se acercaban para ver armarlo y luego visitar sus animales. Todos los pueblos por más remotos que fueran tenían en placer de esa visita y en algunos era la única visita. El circo despertaba los sentidos, la fantasía y permitía descubrir un mundo mágico. Algunas cosas han cambiado, y el circo ya no entra a la ciudad con bombos y platillos, sino más discretamente, apagados por los encantos de la tecnología y la diversidad de entretenimientos que los chicos tienen ahora. Asimismo, el espectáculo deslumbra y los artistas despliegan todas sus habilidades, en su mayoría heredadas. Hace una semana, el Cirque XXI desembarcó en Mendoza, precisamente en la playa del Complejo comercial Easy- Jumbo en Godoy Cruz. Allí una enorme carpa de colores trae una propuesta especial de malabaristas, acróbatas y payasos, entre otros con un concepto muy similar al Circo Du Soleil pero más infantil. Este concepto de circo no acarrea con animales por lo que su despliegue artístico depende pura y exclusivamente del talento de su gente. Este circo vanguardista propone algo distinto, una diversidad de 12 números artísticos y 4 squech que contagian de humor al público, siendo una buena opción para compartir en familia. Una hora y cincuenta minutos de magia, donde sus expetadores se van con una sonrisa.
Las funciones son todos los días a las 22 y los sábados y domingos se agrega otra a las 20. El costo de la entrada es a partir de $25, pero hay promociones y descuentos que serán informados en boletería.
La Bourgogne es un restaurante para 35 personas rodeado de viñedos en Vistalba, fue elegido internacionalmente como el mejor restó de Bodegas durante el 2006 y es sin duda uno de los más prestigioso de la Argentina
La Bourgogne es uno de los tres restaurantes que existen realizados bajo el concepto de Jean Paul Bondoux quien denominó estos espacios gourmet con el nombre de la región francesa donde nació. El célebre chef de la cocina francesa desplegó su arte culinario en los países de Sudamérica abriendo restó del más alto nivel en la glamorosa Punta del Este, en el interior del prestigiosos Hotel Alvear erradicado en la city porteña y el tercero nada más y nada menos que el corazón de las viñas mendocinas. Los caminos de Vistalba son de por si no más un pasaje a los colores y la riqueza paisajística de nuestra provincia que interactúan con los viñedos mientras la montaña acompaña silenciosa. Una entrada discreta nos abrió los portones de un complejo de películas, donde la principal protagonista es Finca y Bodega Vistalba, propiedad del reconocido empresario Carlos Pulenta. La obra creada desde el estudio Bórmida y Yanzón se emplaza al pie de la postal lujanina con un lodge para reuniones, una sala de degustación vip, la posada, la bodega boutique y el finalmente el restaurante La Bourgogne, donde un despliegue de formalidad y elegancia interactúan con elementos autóctonos que encuentran su lugar. La luz se incorpora por doquier con enormes puertas vidriadas hacia el norte y el sur que permiten compartir el almuerzo entre montañas a un lado y viñas del otro. La decoración del salón retoma la sobriedad con sillas altas vestidas, sillones en cuero y almohadones chocolates, los cuales trabajan muy bien con el estilo geométrico que se manifiesta en los espejos cuadrados, mientras no pierde la esencia del lugar que la alberga. En el centro una decoración con ramas autóctonas de alta montaña, objetos restaurados de antiguas bodegas, pisos de piedra y una iluminación de cuadro que permite concentrar la luz en los sitios importantes. Federico Ziegler, el chef a cargo del restó distinguió que el lugar tiene dos momentos particulares según haya o no luz natural. De día, los visitantes recorren la bodega se toman tiempo para disfrutar la naturaleza y almorzar con ese cuadro tan típico de nuestra Mendoza. Mientras que de noche, el restó invita a una cena íntima, en un sitio con calidez y distinción donde las velas y la atención prometen un momento especial. La cocina es inseparable del ideal de su creador, marcando lo clásico y francés en principio, pero aprovechando la riqueza de los productos argentinos, lo que combinados logran un mix único. La carta en tres idiomas propone platos con sabores definidos. Como entradas la carta de mariscos y pescados recomiendan la sopa de tomates y vieyras crocante ($25) o el pulpo grillado con coulis de olivas ($35) otras buena opción agridulce podría ser la tarta fina de peras pasas y camembert ($22) o algo más tradicional como la selección de quesos argentinos ($20). En platos principales lo más sofisticado de la carta, es el muslo de conejo marinado con gírgolas y puré de batatas y pomelo ($44), y los canchiglionis en salsa de mejillones ratatouille y filet de trilla ($42), mientras que para el postre se lleva los aplausos el cilindro de Mouse de chocolate y avellanas ($23), aunque tampoco es menor las delicias en frutas & especias como la sopa de ananá y jenjibre, biscuit de banana y helado de coco ($20), ni las frutillas a la pimienta de Jamaica. La carta de vinos cuenta con algunos terruños exclusivos como el Tomero Reserva (galardonado en el último concurso de Vinandino) y el Corte A de Vistalba que se encuentran agotado en el mercado, de hecho para el buen degustador, esta carta de vinos es un verdadero placer.
Cita La Bourgogne es un honor para la gastronomía regional
Salotto Lougue Bar, ubicado en el interior del nuevo Hotel Villaggio propone una cocina de fusión y una ambientación muy moderna.
El Hotel Villaggio Boutique abrió sus puertas hace apenas 3 meses con una muy buena propuesta en servicios hoteleros. El mismo alberga el Salotto Lougue Bar, un restaurante con decoración austera , clásica y muy refinada que continua la línea del hotel en su conjunto. Pisos entablanados mesas y sillas de guindo oscuro tipo inglés se conjugan con tapizados sobrios y claros en una irregularidad de altura que producen las mesas bajas y estándar.
Los cuadros del artista plástico mendocino Damián Fernández le incorporan energía al lugar mientras la barra se mantiene expectante a los pedidos de sus clientes. En una esquina el secreto de la cava climatizada conquista a sus comensales que pueden adquirir los vinos que desean degustar. El restó se encuentra abierto al publico en general
La cocina de fusión tiene una gran inclinación a los sabores italianos creada por los cocineros Hernán Lucero y Beto Asmet recomiendan de su carta Bistequitos de Ternera al Malbec. Este plato esta inspirado en el varietal más elegido en Mendoza , el Malbec , exquisitos bifecitos de lomo de ternera grillado terminado en salsa de malbec acompañado por verduras de estación salteadas . Otra opción muy interesante son los Fetuccini Amatriciana que son amasados a mano en salsa de albahaca , panceta , olivas negras , ajo , tomates concasse y pomodoro fresco. Finalmente de postre proponen el Mouse de chocolate que se trata de una exquisita selección de chocolates dulces y semiamargos. Los platos oscilan de $ 18 a $ 28 y el cubierto promedio seria entre $35 y $ 48 con bebidas dependiendo el vino que elijan para acompañar los platos.
Dato: La cava climatizada exhibe una amplia gama de vinos de toda la Argentina.
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Cocinas con historia
Algunos restaurantes de Mendoza arrastran una trayectoria gastronómica de gran calibre. Tanto Don Tristán ubicado en calle Sarmiento como Il Gatto en el Mendoza Plaza Shopping son sitios de perfil bajo con una muy buena cocina. El primero tiene un nombre en la provincia de casi 40 años y el segundo responde a una franquicia nacional con una interesante propuesta de servicios.
Ambos restaurantes durante el mes de diciembre realizarán un 5% de descuentos a las personas que abonen con Tarjeta Nevada.
Don Tristán
La calle Sarmiento hospeda varios restaurantes de gran trayectoria en nuestra provincia, de hecho uno de ellos es Don Tristán que desde hace 40 años brinda el mejor servicio a su público. Este es un sitio con mucha historia que se mantuvo cerrado durante un tiempo y volvió a abrir hace 4 años llevando el nombre de Tristán Barraza en honor a su fundador.
El local tiene un hábitat muy familiar con una ambientación que rememora las antiguas cantinas, mientras convoca a un fuerte numero de turistas que se ven atraídos por la parrilla a leña. Las medias barricas trabajan como exhibidores de una buena variedad de vinos, mientras que las paredes vibran en tonalidades rojizas combinando cuadros con receptáculos que muestran más botellas. Una iluminación dirigida permite destacar ciertos rincones amables y su simpleza invita a ponerse cómodo. En el ingreso, una fuente agua le agrega un toque kitsch a la decoración que de algún modo se arrastra al resto del salón con ciertos detalles.
En un costado se ubica una mesa de ensaladas para combinar casi 40 variedades de vegetales, en la que cada persona puede servirse o pedir a los mozos la deseada. El servicio en las mesas es primer nivel, con una atención que focalizada los requerimientos de sus comensales. Asimismo, lo más importante de este lugar es su cocina de tendencia internacional con una parrilla que habla por sí sola, además de contar con una carta muy completa donde se pueden pedir entradas, carnes, pastas y pescados en su variedad. Si el pescado es el elegido, es recomendable el salmón con salsa de mariscos ($38), en el caso de las carnes el espiral de filet a la mostaza con ananá glaseados y papas cuñas ($30) también es uno de los preferidos, tanto como el chivo a la calabreza con ajillo, cebolla y reducción de vino blanco ($32). Las pastas no se quedan atrás y la Lasaña Tristán es una buena opción, rellena con ricota, salmón rosado, salmón ahumado, salsa de hongos, champiñones, mozzarella y jamón ($25).
El restaurante abre todos los días tanto para el almuerzo como para la cena y tendrán también sus puertas abiertas para la época de fiestas, es decir el 24 y el 31 tendrán un menú fijo y algunas sorpresas para de Noche Buena y el Fin de Año, mientras que el 25 y el 1 sólo se atenderá en horario nocturno.
Sarmiento 658
Te. 4238621
Il Gatto
“Una historia en cada plato” es la primera frase que propone Il Gatto desde su página web. El restaurante ubicado en el Boulevard del Mendoza Plaza Shopping pertenece a una franquicia de restaurantes que también tiene quince sucursales más abiertas en Córdoba y Buenos Aires, manteniendo una línea que caracteriza a esta marca registrada. Las Trattorías Il Gatto cuentan con más de 25 años de experiencia en el mercado gastronómico del país, con una oferta de alta calidad, orientada a un público amplio y de distintos niveles. La primera Trattoría IL GATTO se inauguró en 1982, en la zona más exclusiva de la Ciudad de Córdoba. Sul objetivo principal fue capturar el típico espíritu de la comida italiana y adaptarlo al exigente paladar argentino. Todos sus locales mantienen la misma línea. El rojo es el color preponderante de su ambientación con una amplitud espacial, una importante concentración de madera que sectoriza en forma de rinconeros y abre caminos separados por canteros de vegetación, lo que le incrementa una calidez particular y se contrarresta con la altura proporcionada de sus techos.
Las estrellas de la carta son las variedades de pastas y pizzas, todas ellas de elaboración artesanal y propia, a las que se suman las recetas tradicionales de la verdadera cucina italiana. Entre las pastas recomendadas vale la pena probar los “Ravioles formaggio Di Basilio”, rellenos de espinaca con salsa de cuatro queso y pomodoro ($20) y el cla´sico del lugar es el “Cuerdas de Guitarra a la Amatricina”, ($20). Por otro lado es una muy buena elección la “Taglieta de Ternera Il Gatto” siendo rellena con quesoparmesano y pancenta y perfumada con finas hierbas ($29).
De hecho, el lugar se basa en el estilo original de la Trattoría italiana, el cual para capturar su espíritu, se seleccionó meticulosamente recetas de comidas tradicionales, y se trabaja con expertos chefs para adaptarlas al gusto local.
La exitosa receta Il Gatto se resume fácilmente: comida sabrosa y precios accesibles. Pero no es sólo eso, sino que también se agregan un servicio cordial, ambiente atractivo, propuestas diferentes cada día y una carta tan amplia que cuenta con platos light señalizados con la cantidad de calorías que posee cada uno.
Para los días festivos de diciembre, el local se mantendrá abierto tanto al medio día como a la noche y se podrá degustar una carta con menús especiales para esos días.
Boulevard Perez Cuesta 923
Local 402. Guaymallén.
Mendoza Plaza Shopping
Te. 4263227
Allure: Gastronomía de autor
Allure otorga nuevos sabores con tintes europeos y canadienses que buscan el valor de la creatividad en el arte culinario sobre una sobria ambientación minimalista
En un discreto frente al estilo neoyorquino aparece Allure, un moderno reducto decorado con imperiosos aires minimalistas instalado en lo que fuera una antigua casa familiar. A primera vista una ventana vidriada de medio punto y un zaguán son la simple carta de presentación de este restaurante ubicado en calle Belgrano que a través de un pasillo vidriado comienza a dar indicios de su estilo.
Una barra negra impone de entrada con una letra A en forma de logo, mientras sus mesas de cedro marrón oscuro y las sillas austeras recubiertas en paño blancos se ubican en función de la iluminación del lugar. La armonía maneja la decoración mientras los pisos juegan entre los blancos y negros siendo una huella de la casa de otros tiempos, con elementos como cañas en recipientes de vidrios que le aportan vivacidad.
La arquitectura del lugar permite el fraccionamiento de los espacios logrando cuatro fuertemente marcados, pero sin orientaciones especiales. Uno de ellos se halla expuesto a luz natural más que los otros, usando lo que fuera una antigua galería.
La gastronomía es una pasión, una inspiración artística que permite lograr en cada plato, así como un óleo, las mejores obras y este arte se ejerce a diario en la cocina de Allure.
El nombre del restó es de origen francés y significa imagen, esencia, primera impresión. Es una palabra que está relacionada con lo que emana una persona y de hecho Allure es la compilación de todos estos encantos. Un restaurante sumamente fino y de alto nivel, que nació pensado para un público adulto y es visitado por todos aquellos que saben disfrutar de la buena gastronomía, contando con 48 cubiertos y 47 etiquetas en su cava. Todos los platos de la carta son recomendables, los preferidos son los ñoquis suizos, una especie de pastas de quesos muy sabrosa o los sorrentinos de salmón. La carta es limitada, cuanta con 7 platos principales, 7 entradas y 7 postres aproximadamente, pero todos son platos muy elaborados donde los colores, las texturas y las presentaciones hablan por sí solas. Un estilo de cocina de autor se marca preponderantemente en el lugar, sobretodo por la exigencia creativa que este arte requiere.
Sobre las claras paredes resalta los cuadros abstractos, inspirados en la obra de un pintor que atrajo la atención del propietario, quien desde su interpretación artística le dio otra forma donde hay una fuerte combinación de colores primarios, los que posteriormente aparecen al pie de la carta llevando una línea de diseño coordinada.
El resultado final del ticket es propicio para la alta gastronomía del lugar, respetando con los clientes en cuanto a la relación precio - calidad. Se reciben todas las tarjetas, pero pagando con Tarjeta Nevada se obtiene un 5% de descuento sobre el valor final.
Dato: El tipo de cocina es de autor, una gastronomía practicada desde el placer de crear donde el sello del chef tiene una marca personal.
Al Yabal: Aires del Medio Oriente
Al mejor estilo de “Las Mil y una noche”, Al Yábal sirve kepe y café a la turca entre almohadones y paños orientales que generan una clara sensación de las tiendas árabes.
Al Yábal es un restaurante típico hecho para ser disfrutado que no se pensó como unidad de negocio sino como un sitio para compartir la cultura del Medio Oriente.
El lugar genera la sensación plena de ingresar a un oasis de los países árabes donde todo invita a conocer y disfrutar de una corriente migratoria muy radicada en nuestra provincia.
Hombres y mujeres vestidos con túnicas y trajes típicos dan la bienvenida, atienden en las mesas y asesoran en cuanta pregunta se requiera, mientras la decoración atosiga en colores y brillos propios del Medio Oriente. Las telas cuelgan de los techos y las paredes donde elementos traídos del Líbano, Siria y Egipto atesoran valores y significados junto a sables y tapices que acompañan la ornamentación.
El restaurante está separado en dos ambientes por un lado el comedor con una tendencia más tradicional y por otro el living donde las personas consumen sobre mesas bajas. Comer en el piso tiene un encanto especial, de hecho, la cultura árabe es muy partidaria de tomar la media tarde sobre alfombras y almohadones en la comodidad del living y esta concepción es la que el restaurante quiere transmitir.
Al Yábal pertenece a cuatro jóvenes con raíces del Medio Oriente que enamorados de la cultura heredada han buscado la forma de comunicarla a la sociedad que los vio crecer y la idea se materializó en este restaurante. Nerina Dumit, Esteban Esper, Erica Cuglia y Sebastián Maidana emprendieron el desafío de mostrar otra cara de Medio Oriente vestidos de abei (túnica) y hatta (pañuelos que sostienen en la cabeza) se ocupan personalmente del asesoramiento con la atención que caracteriza a una casa árabe y dan inicio todos los viernes y sábados (únicos días que abre) a la presentación del restaurante. Alrededor de las 12 de la noche los integrantes del restaurante bailan sus danzas típicas despertando ese encanto tan particular del Medio Oriente.
Su cocina es muy sabrosa y especiada aunque demuestra connotaciones un tanto neutras también. La carta propone un plato que permite conocer una amplia variedad de sabores en una especie de degustación. El Mazza Al Yábal trae un poco de todo, combinando todos los platos de la casa, en una gran picada para 2 ó 3 personas que contiene kepe, puré de garbanzo, puré de berenjena, labe, kepe cocido y sfijas (de carne y de verdura), niños envueltos en hoja de parra y niños envueltos en hojas de repollo. Además en la misma carta se puede solicitar el taule que es un juego similar al backgammon y se entrega como atención de la casa, ya que mucha gente en la curiosidad por conocer este mundo pasa mucho más tiempo que en un restaurante tradicional.
Por otro lado las bebidas tradicionales como el arac, que es un anizado o el café a la turca sirven para acompañar el aroma del aguile que aparece en al carta. Un arquile es una pipa de agua con tabaco saborizado donde el agua oficia de filtro y los tabacos vienen de diferentes sabores naranja, limón y chocolate, sirviendo para compartir un momento ameno.
Décimo Restó- Winebar Un momento panorámico
Pleno Kilómetro 0. Diez pisos hacia arriba. En uno de los edifico más emblemáticos de la Ciudad. Décimo Restó- Wine bar se convierte en un sitio único con una vista increíble de la montaña y el dibujo de las calles citadinas. El excepcional paisaje propone disfrutar de los placeres de este lugar.
El Edificio Gómez es sin lugar a duda unos de los íconos postales que identifican a nuestra provincia. De hecho el mismo fue construido por el Arquitecto Manuel Civit en 1954, quien realizó un proyecto muy vanguardista para la época imitando, -con una alta torre que se divisa desde los diferentes puntos de la ciudad-, el estilo de los rascacielos neoyorquinos. Esta torre acentúa aun más esta tendencia americana cuando en la noche su silueta se ilumina y le da un punto de inicio a la peatonal mendocina. La emblemática obra cuenta con diez pisos cargados de oficinas y huellas de mucha gente que pasa a diario por allí. Un antiguo ascensor alfombrado es el trasporte para llegar al “penthouse” de la torre. En el décimo piso, donde solo yacía una terraza, Maximiliano Valotta y Alejandro Chipitelli apostaron a un nuevo concepto urbano de restobar. Un sitio único en la provincia, por sus características dentro de un edificio, a esa altura y mostrando la mejor vista panorámica de la ciudad. Su ambientación ultramoderna con paredes borravinos, rincones con sillones claros, pufs y mesas oscuras trabajan perfectamente con los ventanales alargados, los que consiguen visualizar el oeste, norte y sur de Mendoza. Revisteros, exhibidores de accesorios vitivinícolas que se venden a los visitantes, cuadros de pintores regionales en cada esquina y una barra con copero son algunas de los detalles que hacen a un espacio diferentes y con personalidad. Además, gran fama ha alcanzado su atractiva terraza donde el aire fresco de altura rompe las barreras del vértigo para disfrutar de un trago en una noche de verano. El sitio propone tres conceptos: confitería, bar y restó, por lo que cuenta con tres cartas: una de vinos, otra de tragos y otra de gastronomía. Su variedad permite que sea visitando tanto como para compartir un café, un almuerzo ejecutivo, un té de amigas, un after office, o una cena, ya que está abierto desde las 12 am hasta las 3am y su cocina también permanece abierta hasta la 1.30 am.
Su menú ofrece comida intercultural, un concepto que fusiona platos argentinos con técnicas e ingredientes del mundo. “Gourmet innovación” llama su chef Rodrigo Scaffidi a la variada cocina internacional de su carta donde hay platos de inclinación española como el solomillo, el goulash de los húngaros, sushi de la cocina oriental, las pastas a la italiana y algunas delicias con tendencias afrancesadas. De hecho es muy recomendable como entrada el Ragout de hongos ($18) que es una especie de guisado de hongos y riñones envuelto en hojaldre y acompañado de hojas verdes. Como plato principal, el Lomo de 12 uvas ($30) se lleva los aplausos, mientras que el carpacho de salmón con mermelada de tomate al jengibre ($20) es una delicia muy original que tampoco pasa desapercibida.
Su ubicación estratégica en medio de vorágine urbana obliga a ofrecer a su público un menú ejecutivo para el medio día con tres tiempos y con uno sólo.
Además este mismo público fue condicionando algunos momentos del restobar. Los atardeceres se hicieron after office, donde tras el día laboral la gente se reúne a tomar un trago y compartir una picada en las terrazas de Décimo, con algo de música bosanova, chilaout y altertango (una particularidad de la carta de tragos, es que todas son bebidas importando, exceptuando los aperitivos nacionales). Espectáculos en vivo con un saxofón acompañando la velada se incrementa a los atractivos del lugar, además cuenta con wifi entre otros servicios de primer nivel.
De hecho, el décimo piso de Mendoza aúna todos los encantos para disfrutar de un momento especial en plena city, donde el disturbio urbano se toma un respiro y aprecia la ciudad en que vivimos.
Dato: Toda su decoración preserva una línea vanguardista con tonos neutros y una especialidad muy amplia que permite la capacidad para 100 personas cómodamente ubicadas.
Piso 10 del Edificio Gómez. Garibaldi 7 esq. San Martin , de Mendoza. RESERVAS AL 4340135
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Al calor del grill
La parrillada es uno de los deleites de los argentinos y Mendoza cuenta con lugares excepcionales para compartir el plato más tradicional de la cocina nacional.
Don Mario Sinónimo de parrilla para la mayoría de los mendocinos, sin embargo su cocina está abierta a una interesante carta de carácter internacional con sesgos de nuestra cultura donde la carne en todas sus preparaciones es un deleite. El restaurante cuenta con más de 26 años de trayectoria de la mano de la familia Ferrari.
En 1981 se plantan los cimientos en una construcción triangular ubicada en Dorrego, la cual ha perdurado en el tiempo consagrándose como uno de los restaurantes más tradicionales de la provincia, y posteriormente en 1997 se abre una nueva casa en Palmares Shopping Mall para brindar aun más servicios a los clientes. Ambos locales tienen capacidad para 200 personas y no hay una diferencia entre uno y otro, sólo varía la sutil mano del chef.
La ambientación en el local de Dorrego es bastante conservadora con rincones modulares donde las bodeguitas no solo permiten visualizar todos los vinos, sino también lucirlos como parte de la decoración. En el lugar prevalece un ambiente familiar y hogareño muy valorado por sus visitantes. En la entrada la carta se expone en toda su amplitud, lo cual permite saber que ofrece el restó antes de ingresar.
Los platos sugeridos encabezan esta carta entre los que se destacan como los preferidos Las Mollejas Don Mario ($32) salteadas al vino blanco con puerros, pimienta en grano y aceitunas verdes descarozadas y el Lomo al Stagonoff ($32) con panceta, champiñones y guarnición de espárragos. Asimismo la especialidad está en la parrilla con chivitos pequeños, brochettes, y los distintos cortes de carne que permite pedir un asado a gusto.
Tiene 47 bodegas lo que significa aproximadamente 330 o 340 etiquetas. Los vinos se encuentran separados según su categoría, por un lado los jóvenes, por otro los reservas -algunos en la conservadora-, y finalmente los “alta gama” y top en un sitio estratégico.
Los mismo mozos asesoran para la elección correcta en función al maridaje de los platos escogidos, a fin de asimilar la comida con un maridaje correcto.
Av. 25 de mayo 1324 Dorrego Guaymallén Te. 4310810
Palmares Open Mall Te. 4394838
La Florencia Es un clásico de la calle Sarmiento con una parilla que exhibe a los transeúntes el arte culinario de los argentinos transformándose en uno de los atractivos más significativos de esta turística avenida.
El estilo costumbrista, nacionalista y gauchesco se manifiestan en todos sus detalles. El lugar se emplaza tanto en el exterior como en el interior, ya que la vereda actúa como una galería con una extensa carpa enfrentada a la vidriera del interior del local. Desde el ingreso se puede percibir todo este espíritu campestre con monturas de caballos, bancos de cueros y boleadoras, las cuales se hallan acompañadas de una buena cantidad de vinos que se lucen en paredes completas desde el techo al piso.
El interior apenas ingresa comienza a mostrar elementos propios de la cultura argentina. Antiguos bandoneones, boleadoras y farolas recuperadas de anticuarios proyectan luego más objetos de otras épocas que enriquecen la decoración del sitio
Las Cañas
Una antigua casa de estilo mexicano en la calle Las Cañas con una frondosa vegetación de palmeras y añosos árboles son los que alberga este restaurante que ya cuenta con 8 años de trayectoria. La entrada en arco y un jardín de 6000 metros cuadrados propician un espacio encantador dando lugar al estacionamiento privado que brinda la seguridad de cenar tranquilo.
Restaurant Las Cañas se propone como un oasis vegetal colmado de verdes y flores que se apropincuan en macetones mientras que un zaguán trabaja como recepción y en una cartera sencilla aparecen las sugerencias del chef.
La casa en sí tiene un alto valor histórico. Esta construcción era el casco de la finca de la familia Bombal y su vida centenaria, acumula anécdotas y huellas de la vieja Mendoza. Algunas historias involucran a San Martín y aseguran que descansó antes del cruce de Los Andes en esta casona mientras que como huellas de aquellos tiempos un palo borracho que data de 1886 ha quedado atrapado en el medio de uno de los salones aportándole naturaleza viva al restaurante. La espacialidad del lugar cuenta con tres salones, uno grande, otro dispuesto en lo que sería la galería de la casona y otro más íntimo ambientado con colores más intensos mientras que el jardín y el quincho se llevan el protagonismo durante el verano.
En este particular marco, la familia Dallapé le dio el origen a un sitio colmado de delicias gastronómicas con una amplia carta y una grata atención. La tendencia de la cocina es más bien mediterránea con una clara especialidad en mariscos y pescados que incitan a probar propuestas muy innovadoras. El plato recomendado de la carta es el Jardín del Mariscos, ya que tiene tres tipos de cocciones: gratinados, caldillos y fritos con una interesante variedad de mariscos desde vieras, berberechos, camarones, rabas, la cazuela siendo un muy buen plato para compartir. Como placeres diferentes hay dos manjares innegables: Joyas del Pacífico ( $45) y Jaiva Gratinada ($35). El primero está hecho con langostinos jumbos, (los más grandes que viene) con tallarines en sepia (con tinta de calamar), por otro lado, la jaiva es un especie entre el cangrejo y la langosta. Se consumen las pinzas del cangrejo, las ponen sobre las balba del osteón y se gratinan acompañada con una ensalada mediterráneo y mousse de palta. Es interesante tener en cuenta si va a compartir una entrada la Parilla de Mariscos que cuenta con una amplia variedad de frutos de mar asado o a la plancha. El postre es otro deleite y una opción muy loable es la Trilogía de Chocolates.
Esta abierto de lunes a sábado a la noche y sábados y domingos al medio día.
Finisterre: Cocina con alma
No es un restaurante cualquiera. Se alberga en una antigua casa del siglo pasado que perteneciera a una familia de renombre en Chacras y su cocina esconde el misterio de las recetas más antiguas que transmiten ciertos sentidos.
En lo que fuera la antigua casa de los Cubillos, una familia muy reconocida en Chacras de Coria se instala el nuevo Finisterre, un restaurante acogedor que conserva la riqueza de esa casona del siglo pasado, la cual fue declarada de interés turístico y cultural de la provincia y actualmente alberga uno de los mejores restaurantes del bosque chacrense.
Si bien Finisterre abre sus puertas hace tres años, cambió de dueños hace apenas cuatro meses con fuertes innovaciones tanto en su decoración como en el concepto general del restó, el cual busca una remisencia del arte de la cocina criolla donde los sabores espesos no solo alimentan el estómago sino también el alma.
Aunque la casona sigue siendo uno de los atractivos más preponderantes por su valor patrimonial, existen una serie de elementos que van conformando una excepcional velada en este lugar, desde sus platos hasta su servicio son ítems a destacar.
El sitio cuenta con estacionamiento privado y los jardines invitan a aliviarse del verano con su frescura. Árboles legendarios resguardan algunas mesas, piedras rojizas marcan los caminos y el aljibe comienzan a mostrar los sesgos de otros tiempos, mientras los espectáculos musicales proponen distender la noche.
La ambientación del lugar es realmente formidable, el zaguán actúa como recepción y en el interior se explayan cuatro salas, una principal y tres alternas. La principal tiene de fondo una barra hecha a base de durmientes y herraduras que se utiliza para hacer tragos en días festivos, y por otro lado aparece la cava que expone todas sus etiquetas.
Finisterre busca recordar los tiempos de los abuelos. Puertas altas, galerías y una cocina con presencia y cuerpo, colmada de saber culinario pero no el que se aprende en libros sino solo el que la experiencia de los amantes gastronómicos pueden transmitir en sus comidas. La cocina es un mundo aparte en este restaurante, la cual se puede visitar como parte de un paseo turístico y vale la pena hacerlo. Así como las cocinas antiguas, las ollas grandes y el aroma a elaboración con alma conquistan todos los sentidos en este perspicaz lugar, donde su chef Alan Cerdá explica con pasión cada secreto de su receta.
Su gastronomía está orientada a la cocina criolla, agiornada a los tiempos actuales, por lo que en la carta se encuentran guisos, humitas y locros como los de antaño, pero también una serie de platos pensados para la mujer donde la ensalada Finisterre es la favorita. Las carnes tiene un rol protagónico y sus preparaciones son manjares imperdibles como es la blanda al malbec o la carne a la masa. Otro excepcional atractivo con los costillares o cordero a la llama que se hacen en los jardines convocando no solo la tentación al paladar sino también el rito de este culto tan arraigado a nuestros antepasados. Por otro lado, los mariscos y pescados son delicias valederas que están muy bien tratadas, ya que su chef de origen chileno conoce de los secretos del mar para llevarlos a la mesa y las marchas a la parmesana son una entrada muy recomendable. En referencia a la cocina criolla por supuesto, la parrilla no se puede quedar atrás y todo lo que salga de ella llega a la mesa en su cocción justa.
La cocina en general es de muy alto nivel tanto en sus ingredientes como en sus preparaciones, las cuales al ser realizadas en el mismo momento que se las pide requieren de un tiempo de elaboración, por lo que hay que saber tener paciencia, ya que cuando el plato llega la mesa vale la pena la espera.
Cita
La tabla de dulces es un postre para no perderse y para recomendar a los visitantes extranjeros.
Patio Jesús María
Donde desemboca la Calle Arístides, por Boulogne Sur Mer, aparece uno de los tres locales del Patio Jesús María, el restó de origen cordobés que lleva 10 años en Mendoza – los otros dos se ubican en Barrio Dalvian y en Chacras de Coria-. El lugar amplio y fresco linda con el Club Independiente Rivadavia y está acogido una importante vegetación además del contexto del Parque. Sus cuatro salones internos con aire acondicionado están completamente vidriados por lo que permite visualizar el movimiento de la calle más joven de Mendoza. La terraza y el deck terminan en un pasadizo de agua que corre como un río y genera más sensación de naturaleza aún. Allí mismo, se halla la parrilla donde un show de carnes vaticinan un banquete.
Su propuesta de grill es diferente a cualquier parrilla, ya que cada mesa cuenta con un asistente de carne y un camarero, los cuales se ocupan de servir el asado como en casa. Una tabla en el medio es la receptora de una degustación de diferentes cortes de carne, los cuales se repiten la cantidad de veces que el cliente lo solicite. Entre los cortes se puede degustar: chorizo, morcilla, chinchulines, mollejas, costillas, punta de espalada, carré de cerdo, vacío, pollo, cabrito y chivito, entre otros, acompañados por ensaladas y la tradicional papa con huevo. Todo el asado del grill es hecho a leña con quebracho blanco del Norte de Córdoba y las carnes de Winca Renancó y de las Premium del Frigorífico Millán, lo que garantiza la calidad de su gastronomía. El menú tiene un costo de $65 por persona, pero si resulta demasiado abundante la parrilla libre, se puede pedir a la carta diferentes cortes como bife de chorizo con brochette de verduras y carne o una porción de vacio o pollo, lo cual tiene un valor de $35 promedio.
Las novedades que se vienen este año en Patio Jesús María son los lomitos a la parrilla y la tabla de fiambres ahumados, los cuales ya se pueden probar en el local del Dalvian, siendo una opción diferente para compartir.
El restauran está abierto todos los días de lunes a lunes al medio día y a la noche, solo los lunes y martes no abre al medio día.
