Por Carla Luna
Cuando nos hablan de medio ambiente, lo solemos relacionar con las especies en extinción, el calentamiento global y los escapes de petróleo en el Golfo. En muchas ocasiones nuestra imagen de ecología se pega a la Payunia o un cuadro similar, pero la realidad es que el medio ambiente lo construimos a diario y es más una cuestión antropológica cultural que un defasaje de la naturaleza.
Entrar a la Ciudad de Mendoza por calle Vicente Zapata en hora pico nos hace plantear la situación ambiental del lugar en que vivimos. De hecho, la flota vehicular aumentó un 50% en nuestra provincia en los últimos 5 años y la contaminación sonora y visual se hace eco de este crecimiento más allá que la regularización de transporte público y la tecnología en materia automotriz no son tan perjudiciales. “Hay mayor cantidad de vehículos que hace 6 años, pero sus emisiones son de mejor calidad para el ambiente. En la actualidad existen autos con catalizadores que hacen que la combustión sea reciclada o salga con una mezcla mejorada. Podemos decir que si ese crecimiento no hubiera estado acompañado de estas mejoras tecnológicas el impacto hubiera sido peor” explica Andres Bullaude, Especialista de Protección Ambiental. Asimismo aclara que el tema cultural también hace espejismos en este aspecto, ya que cuando un catalizador deja de funcionar por cuestiones económicas se remplazan por alternativas no ecológicas. El 60% de los coches que ingresan a la ciudad lo hacen con un solo pasajero, tema que compromete al transporte público por un lado y replantea la idiosincrasia local de movernos en vehículos privados. Bajo este perfil, el intendente de Ciudad, Victor Fayad proyecta a la posibilidad de medir el ingreso vehicular a la ciudad, medida pensada en una primera instancia para regular el tráfico, pero que de alguna manera beneficiaría al medio ambiente.
“Hay un problema de crecimiento las calles son las mismas, el parque automotor aumentó, la densidad demográfica también” reflexiona Bullaude, por lo que es inminente la necesidad de generar un ordenamiento territorial. Según la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia, Mendoza tiene solo un 3 % del territorio irrigado por lo tanto habitable, el resto no está apto. Ante esta perspectiva, es este organismo público desarrolla un plan de ordenamiento territorial con la idea de planificar el crecimiento en función a la población y a la distribución de territorio a fin de cuidar los recursos. “El objetivo es determinar el uso racional del suelo y proyectar la Mendoza que queremos dentro de 20 años” dijo el Secretario de Medio Ambiente, Guillermo Carmona en su discurso público. Lo cierto que todo lo que compete a medio ambiente requiere de una proyección, de educación que revierta hábitos y de un largo plazo para ver sus frutos.
Recuadro opcional
La Ley de Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo sienta las bases para “crear, desarrollar y mantener en el tiempo un modelo de gestión que se adapte a los procesos y avances tecnológicos, a los comportamientos competitivos de la economía, a la situación social, y a la valoración estratégica de los recursos y del conocimiento”.
Se trata de establecer pautas claras para asegurar el desarrollo económico y social en un marco de sostenibilidad. El proyecto original que en el 2008 presentó el Poder Ejecutivo para su tratamiento fue elaborado por un centenar de científicos y especialistas coordinados por la Universidad Nacional de Cuyo.
Sobre esta base trabajaron los legisladores para dar forma final a la Ley, incorporando los aportes que organizaciones no gubernamentales y profesionales, y organismos técnicos nacionales, hicieron al respecto.
Garantizando la plena participación de todos los sectores, las pautas que fija la Ley se cristalizarán en el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial. Para iniciar este proceso se conformará un Consejo de Estado que asesorará al Poder Ejecutivo para definir las líneas fundamentales del Plan Estratégico del Desarrollo de Mendoza.
Paralelamente, comenzará la convocatoria a los profesionales que se incorporarán a la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial.
Este organismo dependerá de la Secretaría de Medio Ambiente y trabajará en coordinación con un Consejo Provincial de Ordenamiento Territorial, en la elaboración, aplicación y seguimiento de todos los planes.
Con los instrumentos que establece la Ley para organizar el territorio provincial, se elaborará un diagnóstico y comenzarán a diseñarse los Planes de Ordenamiento Territorial, a nivel provincial y municipal, así como planes que tratarán áreas especiales, como perilagos, piedemonte, parques tecnológicos, entre otros.
Para esto, también a través del Sistema de Información Ambiental Provincial, se dispondrá de sistemas de información geográfica provincial y municipal, asegurando el acceso público a estos datos.
El aire de la Ciudad
La situación ambiental de Mendoza no parece ser tan mala según el Director de Protección Ambiental Ricardo Dibandi. “Su formación geomorfológica es como la de Santiago de Chile o DF México: un valle. La ventaja que tiene es que no está desarrollada industrialmente”. Asimismo explicó que sus condiciones climáticas de pocas lluvias y escasos vientos generan un fenómeno meterológico llamado inversión térmica que hace que no pueda circular el aire cargado de gases y tienda a quedarse a bajo nivel, incrementando la sensación de smog, aunque las condiciones atmosféricas de Mendoza facilitan que las partículas sean barridas. Cuando estamos ante este fenómeno, la cantidad de asistencia respiratoria aumenta, aunque no tenga relación con la contaminación misma. Por lo tanto se proyecta que este fenómeno meterológico pueda medirse como la humedad o la temperatura ambiente a fin de alertar a la población.
La basura de los mendocinos
Según Ricardo Debandi, Director de Protección Ambiental, “el principal problema que tenemos en Mendoza de contaminación son los residuos sólidos urbanos”. Si bien la provincia es la única en Argentina donde se trabaja con un plan para erradicar todos los basurales a cielo abierto y remediar los que están en funcionamiento, hay mucho trabajo por hacer en cuanto a la concientización ciudadana del comportamiento ante los residuos. “Cada ciudadano cree que su contribución al sistema es poner la bolsita de residuos en el canasto, pero nadie sabe que se hace con su basura y en muchos casos se lleva a basurales de cielo abierto” reflexiona Debandi.
En ciudades europeas avanzadas en materia de medio ambiente, la basura se discrimina en la vía pública, pero este es un paso que requiere una educación ciudadana, y condiciones culturales socio económicas homogéneas -de nada sirve si un vecino separa los residuos orgánicos de los inorgánicos y el recolector los vuelve a mezclar-, para lo cual la Dirección de Protección Ambiental está trabajando en un programa piloto en Maipú vinculado a la separación de residuos domiciliarios. Asistimos, la apuesta está en los niños, los cuales adquieren hábitos desde edades tempranas y con ellos se trabaja el tema de separación de residuos, a fin de un mejor tratamiento que evite la contaminación de las napas.
Conciencia ecológica y la educación escolar
Los mendocinos tienen conciencia ecológica en la medida en que se ven informados, de hecho un caso interesante es la limpieza del perilago del potrerillo que se hace cada 5 de junio en conmemoración al día del medio ambiente. El año pasado se sacaron 14000 toneladas de basura y este año, según la Secretaria de Medio Ambiente fue menos de la mitad, lo que da cuenta de una conciencia a respecto. “no es que no haya, pero con la señalización correspondiente y la comunicación con folleteria, la gente responde de otra manera”
La educación ambiental en las escuelas es de fundamental importancia, ya que este es el ámbito donde se incorporan estos conceptos y los niños los adquieren para toda la vida transmitiéndolos a sus familias. Por eso desde la Secretaria de Medio Ambiente de la provincia se están desarrollando talleres de capacitación para docentes y cursos para las escuelas enfocados en la biodiversidad. Además se realizan constantemente concursos pensados para incentivar en los niños las políticas ambientalistas.
Acciones que alienten a la comunidad a cuidar el lugar donde vivimos permiten no solo librarlo de peligros sino también embellecerlos y el 5 de junio pasado, en medio de los festejos por el Día del medio ambiente se llevó a cabo por organizaciones no gubernamentales, la plantación de rosales en el clásico y deteriorado rosedal del Parque General San Martín. Este tipo de acciones son valederas tanto lo que significan como por su repercusión porque de alguna forma hace que la gente quiera formar parte.
Árboles en emergencia
Mendoza esta plantada humanamente y aunque siempre fue un ejemplo de oasis verde, su arbolado público está declarado en emergencia, por lo cual se esta realizando un censo, el cual no solo releva el numero de árboles que hay sino las condiciones en las que se encuentra. Las afecciones más directas son canalización con las acequias hormigonadas, cantidad de autos y la poda indiscriminada, factores que deterioran día a día la vegetación de plátanos que lleva más de 100 años en las calles de nuestra ciudad. Por otro lado, la competencia por los espacios en una ciudad que no detiene su construcción conlleva a sacrificar parte de nuestra flora citadina.