Esculturas en casa

El color de las paredes, los sillones y los muebles pueden proporcionar espacio muy confortables pero podrían resultar bastantes seriados, por lo que romper con arte e incorporar esculturas a nuestros espacios cotidianos podrían transmitirnos muchas sensaciones


El arte tiene una labor humana que es la que nos diferencia, de hecho cada obra artística tiene un proceso intelectual y manual, un drenaje conceptual que la hace única siendo la gran diferencia que tiene con la artesanía, la cual es seriada a base de un molde. Llevar el arte a la decoración, es un verdadero desafío. De hecho, muchas personas aprecian el arte en una galería o en un centro de exposición pero no logran llevarlo a su realidad, a su entorno cotidiano. En algunos casos, el arte parece estar demasiado elevado y la decoración parece prescindir del arte, pero cuando se toman de la mano pueden lograr excepcionales maridajes en un espacio.
La pintura atrapa el mayor de los consumos artísticos y si alguien piensa en comprar arte, es habitual que se vuelque a este tipo. En el renacimiento, un artista estudiaba haciendo cuadros de pedacitos de otros cuadros y cuando concluía lograba su obra maestra. En aquellos tiempos, la escultura tenía un protagonismo mayor que la pintura, el cual se ha perdido en el tiempo. En la Galería de Arte de Gabriela Scorbo descubrimos que la escultura no solo sigue vigente, sino que se ha adaptado a las circunstancias y es uno de los mejores elementos vinculados a la decoración.
“La escultura maneja tres aspectos que no tiene la pintura. En esta última uno maneja un plano y tiene que generar la sensación e ilusión de que hay un tercer plano, a diferencia de la escultura donde se trabajan los tres planos: la altura, el ancho y la profundidad. Si bien hay que pensar en la idea del entorno, es importante destacar que el espacio propiamente trabaja en función a la decoración” explica la artista Gabriela Scorbo.
Por eso elegir una escultura para un determinado lugar, requiere de ciertas pautas a tener en cuenta, pero básicamente debe movilizar los sentidos. “Una obra de arte tiene que encantar ante todo porque se convive con ella. Porque no hay placer más lindo que contemplar algo que realmente te gusta. No hay que comparar las firmas porque puede ser que a uno no le guste lo que un artista hizo. A veces se le da más importancia al color de la pared, pero pasa por otro lado. El arte te llena el alma y esa es su importancia en si. Te tiene que dar algo, te tiene que llenar” comenta la artista.


El lugar
Siempre tiene que tener un lugar donde visualmente se la integre a la decoración y a la vez tenga su espacio. Es muy importante que la escultura no pierda su protagonismo, porque su presencia debe movilizar, transmitir sensaciones. De hecho, si queda en el medio de un ambiente, no queda mal, puede que se aprecie en todos sus ángulos, por que la escultura no tiene frente y detrás, todos sus lados están para ser apreciados.

De la escultura en sí:
• Sus formas: Las esculturas pueden ser abstractas o con concepto. Una abstracta te lleva a sus formas y el mensaje inquieta más a descubrirlo pero eso es meramente perceptivo a quien la aprecia y/o elige.
• Tipos: Antes la mayoría de las esculturas eran hechas a base de mármol, el cual se utiliza mucho hoy en día para monumentos pero tampoco ha desaparecido en ambientes amplios. Asimismo, hay otras alternativas más fáciles de manejar en la actualidad como son por ejemplo: el bronce, el metal, el vidrio, la madera, la porcelana, el epoxi y la cerámica misma, entre otras.
• Técnicas: Además del tallado en materiales duros y la manipulación manual en blandos existen técnicas muy atractivas que logran excepcionales esculturas como la obra Recordando un sueño, de Virginia Cívico. En la Galería de Scorbo, la imagen de una mujer mendocina barriendo llamó especialmente la atención. La misma estaba hecha con una técnica llamada convaciado, el cual se trabaja con un molde de cera, la cual se esculpe hasta lograra la figura. Luego se hace un bañado de bronce que va absorbiendo la cera. La cera se derrite y queda la obra. Esta técnica nació en la era de los metales. Esta es una pieza única porque se pierde el molde original lo cual lo diferencia de cualquier réplica. El fundido de metales es otro de los grandes atractivos que encontramos en la Galería, precisamente en una serie de trapo de Viviana Herrera, donde la forma humana es golpeada por el viento de un lado y del otro el vacío mismo.
• El nombre: Siempre se debe leer el nombre, permite entenderla con más facilidad.


Consideraciones a atener en cuenta:
1. El espacio: Una obra necesita volumen, necesita aires a su alrededor para pdore ser aprecida en sus dimensiones. No debe perder su papel protagonico en el lugar que se halle.
2. El soporte: Debe ser cuidada de posibles accidentes, por eso es importante la fortaleza del lugar donjde se coloque. Hay que tener en cuenta que una obra escultórica tiene un gran valor económico y debe ser protegida.
3. La luz: La iluminación es fundamental porque es lo que le da vida a la escultura, porque sino pasa a ser un objeto más de la casa como un jarrón y una escultura tiene otro valor tanto artístico y emocional como económico.
4. La integración: que forme parte del resto del lugar.
5. La altura: Es importante que estén a la altura de las personas, es decir a una altura visual de nuestros ojos para que interactúen con facilidad.


Lo más moderno: Instalación
El arte trasmite los estados de la sociedad y hoy en el arte está todo permitido, porque esa es la sociedad en la que estamos viviendo. El arte callejero transmite y las instalaciones comienzan a entenderse en este marco. Este tipo de arte tan cuestionado busca abrir la visión de las cosas, insta en una apertura de mentalidad y a veces inquieta con conceptos muy atrevidos y de protesta. Si bien los museos le dan cada vez más espacios, en la decoración aun no se han difundido demasiado, pero no tardarán en incorporarse. Algunas pequeñas esculturas en la Galería nos dieron la sensación de principios de instalaciones como es el caso de “Recuerdo de arena” de Alejandra Print.