Tuesday, March 29, 2011

El lado pink de la bodega


Rosas rosadas, aromas a frambuesas y frutillas, una copa de rosé y la sensualidad glamorosa de un estilo diferente proponen un vino fresco para disfrutar el verano. Los rosé traen una moda, se revindican e imponen una nueva forma de desgustar la vida en cada trago.

La sola idea del rosado obliga a ser asemejado con el mundo femenino y en su consecuencia por libre asociación se lo cree suave y dulce, tal vez hasta un poco débil, pero lo cierto es que este vino conserva la vista luminosa de un color glamoroso y la personalidad para hacerle frente a cualquier otro caldo de la cava.
Algunas viejas leyendas cuentan que Baco primero creó el blanco y viendo lo bueno que estaba, luego hizo el tinto y notando que era aun mejor al tercer día ya convencido de ser un artista vitivinícola descubrió el rosado... entonces el mundo se detuvo en un suspiro. Finalmente se preparó un plato de pastas con salsa de salmón y se fue al jardín del Edén dispuesto sencillamente a disfrutar el placer del paraíso con una botella bien fría de rosé bajo el brazo. Este Dios del Vino si que sabía lo que hacía, ya que se llevaba embotellada la felicidad de la buena vida.
Enólogos y sommeliers internacionales coinciden en que el resurgimiento del rosado se debe a la mejora de la calidad del vino. Los productores franceses que crearon el rosado mezclando vinos tintos y blancos de baja calidad que no podían vender han sido superados por los productores del Nuevo Mundo, que han introducido modernas tecnologías en los métodos tradicionales. Actualmente las bodegas producen sus rosados a partir de uvas tintas a las que se extrae la piel en las primeras etapas del proceso de elaboración. Con ello no sólo se obtiene un color más claro, sino que también se reduce el contenido en tanino y la graduación alcohólica. "El rosado ha dejado de ser de mal gusto y se ha convertido en una alternativa al vino blanco” declaró Hervé Fabré , gran creador de vinos en América y Europa.
Son vinos muy elegidos en Europa, sin embargo en América Latina están comenzando a incorporarse. En Francia es bastante frecuente el uso de la variedad Trousseau, para estos vinos, pero lo cierto es que puede emplearse cualquier uva tinta sin demasiados taninos entre los que se recomienda el merlot, el syrah y malbec. Suelen tener una graduación alcohólica de 14º y solo en algunos casos puede ser un poco dulce su sabor, pero no es habitual.


Quiénes los prefieren
El consumidor de vinos rosados tiene un perfil particular. Busca un tinto suave, sin demasiada estructura y fácil de beber. “El hombre si quiere un tinto prefiere pedir uno suave, ya sea un merlot o un vino joven sin mucha madera, -aclaró el Gerente de Comercialización de Alta Vista- este es un vino más preferido por las mujeres. No es un vino muy complejo, y si muy frutado, donde se pueden percibir bien las ciruelas del malbec y no posee un alto grado de alcohol”. Por otro lado, Cecilia Cicchiti representante del Fondo Vitivinícola de Mendoza afirma “Algunos hombres siguen pensando que el vino rosado no es una bebida muy masculina, sin embargo esto no tiene que ver con la sexualidad sino con el placer y la ocasión”.
Sus características particulares de frescura y liviandad los convierte en vinos muy aptos para conquistar mercados jóvenes. La franja etaria entre los 25 y 35 han demostrado indicios de descubrir los rosados fuera de restaurantes, en sitios alternativos por lo menos para el vino, haciendo lugar a un nicho interesante para el mercado vitivinícola.



Cómo se elabora

La mayoría de los rosados provienen de uvas tintas o de la mezcla de uvas blancas y tintas, y están a medias entre una vinificación típica en blanco y una típica en tinto. Hervé Fabrè de la Bodega franco argentina Fabré Montmayou explicó que la uva prensada se encuba para que a las pocas horas comience su fermentación. A partir de este momento se vigila estrechamente la coloración que va tomando el mosto y cuando alcanza la pigmentación deseada (generalmente a las 24 ó 48 horas) se procede al sangrado o separación por gravedad de la parte sólida y de la líquida y se continua el proceso como si se tratase de un vino blanco.
Otra forma de hacerlo es por prensado directo, que sería igual que un proceso de vinificación en blanco, lo único que lo diferencia es que el prensado se hace con uvas tintas o con la mezcla y no con uvas blancas, de este modo, el contacto con los hollejos tintos sólo se produce durante el prensado.
La primera técnica dará rosados con más cuerpo y estructura, y más intensidad de color, mientras que los segundos por su menor contacto con los hollejos serán vinos más ligeros y de tonalidades más claras.
Luego hace su proceso natural en el cual el azúcar del mosto se transforma en alcohol. La fermentación de los vinos rosados dura aproximadamente 3 semanas, a una temperatura de 16ºC a 17ºC. Es muy importante para elaborar vinos aromáticos, naturales y limpios guardar estas temperaturas.
A diferencia del vino tinto, el rosado permanece muy pocas horas en contacto con sus hollejos, aproximadamente 24 horas.
El vino rosado es un vino que debe consumirse joven y normalmente se conserva en bodega a temperaturas que no superan los 5ºC. De esta manera el vino se almacena en óptimas condiciones hasta que llegue el momento de su embotellado para el consumo.
Los cuidados y tratamientos durante y después de la elaboración se asemejan a los de los vinos blancos. Se obtiene así un vino fresco y frutado, con reducida capacidad de guarda y en su mayoría con un grado alcohólico de 14 vol.

Cuando se bebe
En Francia es un vino totalmente estacional. De hecho la primavera parece invitar a degustar este vino que evoca por su color y liviandad momentos de desazón, alivio y descanso. En la mayoría de los casos se considera que es un muy buen vino para tomar en verano, pero realmente su consumo no está sujeto a una estación del año, lo cual no deja atrás la recomendación: un día de mucho calor, descorche un rosé bien frío y verá como el placer de los dioses se instala en esa copa y el verano pasará a ser confortable.

Con qué acompañarlo
El rosé es un vino muy propio de Italia, por lo que se puede apreciar bastante bien con pastas, mientras que el enólogo francés Matthieu Grassin lo recomienda según su preferencia con ensaladas elaboradas, bien complejas que tengan algo carne, pollo, pescado o quesos como la César. La sommelier Ana Veras lo sugiere para combinar con platos muy tradicionales de la cocina colombiana como el sancocho, ya que su frescura permite disfrutar de este manjar. Otro excepcional maridaje con los rosados es la propuesta con pescados y mariscos donde se logra un próspero matrimonio de sabores.

Rosado... ¿Un vino alternativo?
Aunque la mayoría de las bodegas mendocinas no hacen este producto como alternativo, sino todo lo contrario se trabaja dentro de las líneas premiun lo cierto es que los vinos rosé son una muy buena opción para compartir en un pub remplazando cómodamente a la cerveza. “Los franceses llegan a un bar y no piden cerveza sino una copa de rosé, que te quita la sed y te refresca” aseguró Grassin, “hay mucho más hábito de los rosados en Europa con una modalidad más liviana, de fácil consumo”.
Tradicionalmente, se le ha venido considerando como "una bebida" fresca, ligera y de verano, con un consumo estacional para comidas más o menos informales entre amigos. Se lo llama "bebida" porque muchas veces no se le confiere aun el rango de "vino" como sus parientes blancos o tintos. No se le ha otorgado un sitio concreto en nuestras mesas, ni se le ha considerado con personalidad propia por parte de los llamados "expertos".
Pero, la realidad es que los "rosados” actuales están muy lejos de estos prejuicios ya que la tecnología, el profesionalismo y la excelencia de uvas ha permitido conseguir rosados de muy buen nivel con toda la dignidad de llamarse VINOS.


El comportamiento en el mundo
Según algunos índices de consumo, los rosados están teniendo muy buena aceptación en el mercado colombiano y tienden a imponerse. En esta explosión de interés sobre la cultura vitivinícola, los vinos de crianza y guarda han acaparado el rango de premium, lo cual no quiere decir que no haya rosados premium. De hecho en Francia existen bodegas especializadas en vinos top exclusivamente de rosados, los cuales se expanden de una forma interesante conquistando cada vez más espacios.
Las ventas de rosado suponen todavía menos del 5% en el mercado vinícola británico, pero aumentan a un ritmo cinco veces superior a las del tinto y el blanco según una investigación de “The Sunday Times” de Londres. Los expertos afirman que la moda de la cocina mediterránea en el mundo, combinada con el desarrollo de unos rosados más secos y refinados, ha devuelto al este vino al primer plano y ha conseguido que sus ventas crezcan en el último período.
Algunas bodegas mendocinas han detectado un importante incremento en la demanda. De hecho, Pablo J. Goldemberg, Export Area Manager de Alta Vista comentó que esta bodega detectó en el 2006 un crecimiento del 20% con respecto al 2005 en la exportación de rosados a Colombia. Pero el salto vertiginoso se ha dado en este último período ya que en lo que va del año la exportación de vinos rosados aumentó un 330% y todavía no termina el 2007. Este es un vino muy fresco, suave y ligero que viene para quedarse. Rowan Gormley, director ejecutivo de Virgin Wines, empresa de distribución minorista por Internet, afirma que las ventas de rosado se doblaron el año pasado porque los consumidores de vino blanco estaban buscando algo nuevo.

Su comercialización y su marketing

Argentina se empapeló con la publicidad de una mujer muy sensual y femenina en medio de cientos de pétalos de rosas, la imagen parecía promocionar un perfume al estilo Dolce Habana pero no era el caso. El punto es que las bodegas están empleando estrategias de marketing y publicidad muy dirigidas y estos carteles en la vía pública apuntaban al consumo de espumantes rosé de la Bodega Chandon, quien sectoriza la promoción de sus productos y el rosé por supuesto se presta para una explosión de ideas para los consultores creativos de las agencias. Por otro lado, el tema del espumante rosé merece un punto aparte, ya que poco a poco también está ganando su propio público.


Rosaditos para recomendar



 Phebus de la Bodega Fabré Montmayou. Es uno de los favorito. Proviene de las Fincas de Vistalba en la provincia de Mendoza. La bodega de origen francés escogió esta zona por la excelencia del malbec, por lo tanto su rosé está hecho a base de este varietal y forma parte de la línea Phebus con otras tres variedades. Su color coral brillante y su aroma a cereza y guinda proponen frescura. Su costo en el mercado internacional es de U$8 aproximadamente.

 Alta Vista Rosé de la Bodega Alta Vista: Proviene de la maceración corta de uvas Malbec y de una vinificación a baja temperatura que permite capturar toda la frescura de la fruta. De hecho la bodega es especialista en este varietal consiguiendo un vino de alta calidad que impacta a la vista con su tonalidad coral y donde se destacan los aromas propios de las guinda, las cerezas madura y el sesgo floral. En su etiqueta aparece un pájaro tijereta, un ave que suele volar por encima del viñedo cuando se aproxima la temporada del rosé. El costo aproximado en el mercado internacional es de $U8 y su venta en Colombia se hace a través de Carlos Núñez, Cali: (57-2) 664 43 56 Bogota: (57-1) 618 06 67

 Santa Julia- Syrah Rose de la Bodega Familia Zuccardi. Esta uva syrah proviene de las Finca Beltrán ubicada en Maipú provincia de Mendoza. Su precio en el mercado internacional oscila los 10 euros.

 Alamos Rosado de Catena Zapata. Es un vino 100% Malbec de zonas frías. Tiene una maceración pelicular durante 24 hs. y un descube anticipado. Este vino de interesante color rojo cereza de baja intensidad, presenta aromas a frutos rojos frescos como frambuesa y frutilla con algunas notas cítricas que recuerdan al pomelo rosado. En boca, al principio de impacto dulce e inmediatamente equilibrado por la frescura de su acidez natural, se presenta amable, sutil y longevo. Un vino de carácter sensual y elegante que bien puede acompañar frutos de mar, quesos y ensaladas de hoja verdes.

 Valbona de Agusto Pulenta. Este rosé presenta intensas tonalidades rojo ladrillo y es un 100% Syrah de la Finca Doña Filomena de la provincia de San Juan, Argentina. Tiene una cosecha manual y un prensado suave de granos con posterior maceración durante 72 hs a baja temperatura. Se estima a un costo de $U 10 en el mercado internacional.

 Tomero de la Bodega de Antonio Pulenta. Proviene de las fincas lujaninas de la provincia de Mendoza. Pertenece a una familia de vinos con importantes premios internacionales y desde su presentación conquista cualquier mercado. Tiene un costo en el mercado local de $35 y en el internacional oscila los $U 15

 Lurton Rosado de Bodega Lurton. Se trata de un blend muy bien logrado con 60 % de bonarda y 40 % de malbec que se combina de excelente manera manifestada en su equilibrio y frescura. Esta bodega francesa comparte este rosé con varietales de sus finca ubicadas en el Valle de Uco en la provincia de Mendoza, Argentina. Su precio en el mercado local es de $26 y aproximadamente 7 euros en el internacional.

A tener en cuenta


• Los rosé son vinos para beberlos jóvenes, no soporta más de dos años de guarda como mucho. Por lo que si se compra debe consumirse prontamente.
• Si se ha pasado, se manifiestan a través de su pigmentación cuando el color rosé comienzan a transformarse en pardo.
• Es ideal para tomar los días de calor y excelente para preparar un trago aperitivo.
• Es una buena opción para acompañar salmón rosado, pastas o ensaladas.
• Suele tener corchos de plástico, ya que conserva mejor los aromas a frutos sin correr el riesgo de la oxidación..
• Es un vino fresco que se bebe a una temperatura entre 8 y 10º y en verano, es preferible consumirlo antes que un tinto a sus correctos 18º

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