Sunday, March 27, 2011

Estambul en dos continentes


Estambul, puente entre Europa y Asia, es una de las ciudades más legendarias del mundo, se abre paso en un cosmopolita aeropuerto, donde con un sello alcanza para ser visado. Turquía es el más occidentalizado de los países musulmanes, ya que la religión nada tiene que ver con la gobernación y las mujeres que cubren sus cabezas lo hacen pura y exclusivamente porque ellas lo eligen generalmente vinculado a sus creencias religiosas. Estambul, no solo es la ciudad más importante de este país, sino que es una gran joya para el Oriente Medio. La ciudad fue influenciada por tres Imperios - romano, bizantino y otomano -, cada uno de los cuales ha contribuido en el desarrollo de esta siempre viva metrópolis, por lo que Estambul conserva el legado de su pasado, y se proyecta en una infraestructura moderna con una visión futurista.
Los museos, iglesias, palacios, grandes mezquitas, bazares, y las vistas de belleza natural parecen inagotables. Al inclinarse en la puesta del sol sobre el Bósforo, es posible contemplar la luz rojiza del atardecer reflejada en la orilla opuesta. Semejante profundidad explica las causas por las cuales, siglos atrás, los colonizadores quisieron construir en este increíble lugar. Cuadros como este, permiten entender que Estambul sea realmente una de las ciudades más gloriosas del mundo, por esta razón y muchas otras, obliga a dejarse llevar por su magia, dando lugar a recrear aquellas historias de las " Mil y una Noches ".
Es recomendable recorrer esta ciudad con algún referente turco, para poder apreciar sus detalles. El Bósforo es posible cruzarlo por puente terrestre, pero la imagen de sus aguas evaporándose, mientras la balsa cruza de un continente a otro es una de las sensaciones más inhóspita y estremecedoras que se puede vivir. Estambul, a parte de ser capital de poderosos imperios en la historia, actualmente con casi doce millones de habitantes es la ciudad más grande de Turquía. Moderna con un centro cultural, industrial y turístico que atrapa a miles de visitantes.

Un recorte de su historia
La fundación de Estambul conforma muchas leyendas. Una de ellas cuenta que en el año 650 a.c. los pobladores de Byzas, dejaron sus tierras en busca de otro lugar para establecerse y lo hicieron en el Cuerno de Oro, con las ventajas de un puerto natural y seguro. La historia da lugar más tarde y cuenta en el año 100 a.c Bizantium entró en el dominio Romano y consecuentemente en el 306 d.c. Constantino el Grande hizo de esa ciudad, la capital de Imperio Romano, y fue nombrada como Constantinopla. Luego comienzan las perturbaciones y los bárbaros conquistaron el Imperio Romano mientras en el Este (Imperio Romano de Este o Imperio Bizantino) Constantinopla siguió como capital. En el año 535 durante el reinado de Justiniano las revueltas antigubernamentales destruyeron la ciudad. Pero la ciudad fue restaurada y añadió importantes monumentos como Santa Sofía.
El atributo que hizo la ciudad tan deseable (su localización incomparable para el comercio y el transporte entre tres continentes) fue también su destino. Los persas, los árabes, los pueblos nómadas y la cruzada atacaron Constantinopla. Finalmente los turcos otomanos conquistaron la ciudad con éxito en 1453. Estambul fue la capital de Imperio Otomano y también fue un centro militar para las campañas del ejército otomano. En 1500, Estambul se convierte en un gran centro cultural, político y comercial. El imperio otomano continuó hasta que fue derrotado en la primera guerra mundial y Estambul fue ocupada por los aliados. La República Turca se fundó en 1923 y Kemal Ataturk trasladó la capital a Ankara pero Estambul no perdió su importancia, sino que sigue siendo una ciudad que crea su propia historia.


Sitios para conocer
Uno de los sitios más conmovedores para conocer es el Palacio Topkapi, donde los cuentos de princesas y eunucos cobran vida detrás del harén. La entrada principal está en un parque muy fresco, tranquilo y agradable. A mano derecha hay locales con tiendas de regalos y una oficina bancaria. Apenas se atraviesa la Puerta del Saludo, que da acceso al segundo patio del palacio, se pueden adquirir entradas adicionales para ver el harén mismo. Tanto la misticidad de ese sitio, las historias que alberga, como el resto de las salas del palacio permiten descubrir parte de la cultura musulmana y caer en la cuenta de un mundo que orilla entre la ficción y la realidad.
En la cercanías del palacio se ubica el Museo Militar que expone el cañón de Gallípoli, un avión y otras herramientas de los militares en los jardines del museo mientras resaltan la participación de Turquía en las distintas guerras de la época moderna y las glorias de su prócer, Attaturk.
Existe una visita que es inevitable en esta ciudad... conocer un mezquita por dentro, no solo físicamente, sino espiritualmente. Primero ingresamos a Santa Sofia y luego a la Mezquita Azul, ambas con una solemnidad única y cargado de una fe muy fuerte. Santa Sofía es considerada la iglesia de la Sabiduría Sagrada ya que fue inaugurada por el emperador Justiniano en el 537 y posteriormente convertida en una mezquita por los Otomanos en el siglo XV. Su estructura arquitectónica es imperante y su cúpula se ha convertido en una insignia de esta ciudad. También es parte de las postales turcas la Mezquita Azul, un oráculo de la fe. En la entrada nos hicieron sacar los calzados y colocarnos pañuelos en la cabeza, las mujeres no podían pisar el centro de la mezquita, solo lo hacían los hombres, que se arrodillaban sobre la alfombra y oraban sin ninguna imagen. El silencio en la inmensidad de este templo era inconmensurable, tanto que es posible captar la omnipotencia de un Dios, se profese religión o no.
Después de la excursión religiosa, las calles de Estambul son un abanico de propuestas y los turcos, gente muy excéntrica que hacen mucho ruido y espamento con una gracia única. De hecho, ir de compras al Gran Bazar, es más que salir a gastar y adquirir obsequios y recuerdos, es una verdadera experiencia que comienza lidiando con los turcos por los precios, situación que parece encantarles y dicen que es una costumbre pelearlos porque sino lo considera un acto de soberbia “pensar que se puede pagar lo que se pida”. Los vendedores se disponen en todas las calles y callejuelas con alfombras, telas, ojos azules (que espantan los malos pensamientos), bazar y cuanto objeto se busque con una forma tan espontánea y auténtica que venden lo que quieran.
La gastronomía no se puede pasar por alto en Estambul, el kebap se vende tanto en los puestos callejeros como en los más elegantes restaurantes y el café turco es una especialidad que requiere prestarle atención a su meticulosa preparación, aunque es importante tener en cuenta que es una bebida fuerte. El lugar de encuentro para la noche turca se hace en las terrazas a orillas del Mármara o del Bósforo donde se toma té (ya que son musulmanes y la bebida alcohólica está prohibido por la religión) y se escucha música en vivo que varía desde jazz, rock, celta hasta pop turco, y tradicional (Turku). En las discotecas se baila música americana o tecno, a veces algo de pop turco. Hay que distinguir entre los bares que tienen la licencia normal y cierran generalmente a las 2 am y los que tienen licencia turística, abiertos hasta las 4 am de la madrugada.



INFO
Documentación: Sólo pasaporte. El visado se realiza cuando se llega al aeropuerto turco, donde ponen el sello correspondiente en el pasaporte.
Moneda: La lira turca (TL). No es necesario llevar dinero en dólares ni cambiar demasiado en un mismo día. Se aceptan cómodamente los euros.
Medios de transporte: El ideal es el tranvía, que trascurre por Ordu Cadessi, con paradas en el Gran Bazar, la zona de Santa Sofía, Palacio Topkapi y los muelles. Los taxis son muy abundantes. Se puede acordar el precio antes de partir. Hay taxis colectivos que reúnen a unas ocho personas para ser trasladadas. Lo que escasean son los ómnibus.
Compras: En Estambul, el Gran Bazar, es una cita obligada. Allí se pueden encontrar todo tipo de bolsos y maletas de cuero, artículos de imitación de grandes marcas en cinturones o bolsos, cerámica, juegos de té, joyeros de hueso o policromados, joyas de oro y plata, souvenirs (amuletos y figuras en pasta de sal y remeras), telas, paños, y alfombras entre otros.
Lugares para conocer: Palacio Topkapi, Museo Arqueológico, Gran Bazar, Bazar de las Especias, Torre Gálata, Museo Militar, Iglesia de San Salvador, Mezquitas de Rustem Pasa y Soliman. Santa Sofía y la Mezquita Azul
Servicios públicos: Los teléfonos no son muy fáciles de encontrar, es un buen dato para usar los del aeropuerto antes de ponerse en contacto con la ciudad. Los baños están en las cercanías de todos los monumentos importantes. Es necesario proveerse de monedas.

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