Diciembre, Navidad, Fin de Año y vacaciones todo un combo que deberíamos disfrutar pero en muchos casos nos genera estrés y nos mal predispone a un nuevo comienzo
Termina el verano, llega el otoño, Semana Santa, cae nieve, en menos de nada llega la primavera y en un abrir y cerrar de ojos estamos otra vez poniendo el arbolito de Navidad en el living. Las ponderadas fiestas se presentan nuevamente con todas sus contradicciones. Si bien la víspera de la Navidad y el Año Nuevo son motivo de festejos, es frecuente percibir cierta desazón entorno a la fecha, ya sea porque es época de cierre de año y se plantean algunos balances o porque hay personas que faltan cuando todos se reúnen, o porque surgen conflictos en el momento de elegir. Estos suelen ser algunos de los puntos recurrentes para empañar la llegada de Papá Noel.
La psicóloga Clarisa González dice que el fin representa para cada persona el símbolo de la propia finitud, lo cual explica que la mente toma conciencia de lo efímero de la existencia humana cuando experimenta la terminación de un ciclo de su vida.
Las personas tendientes a la depresión que han perdido a alguien reviven ese sufrimiento porque rememoran a través de recuerdos lo vivido años anteriores. “Sin embargo para la mayoría, esta celebración es vivida con la alegría propia de una fiesta que supone principalmente el reconocimiento de todo lo bueno vivido durante el año, los logros obtenidos, el crecimiento experimentado, circunstancias que algunos no logran registrar empeñándose en ver solamente la parte oscura de la realidad” dijo la profesional y agregó: “Otros se sienten agobiados por las exigencias a las que se ven sometidos a fin de año, porque no son capaces de modificar pautas de comportamiento tradicionales que no desean aceptar.”
Lo importante de esto es que siempre tenemos la libertad de elegir cómo pasarla. “Pero si nos aferramos al cumplimiento de costumbres familiares que nos obligan a agotar nuestras energías en el intento, estaremos predispuestos a no disfrutar de los momentos agradables que puedan depararnos estas festividades” aclara la licenciada.
Ante este panorama algunos deciden huir y se adelantan las vacaciones para eludir el alud de compromisos y actividades previas a las fiestas, siendo una buena forma de disfrutar porque al fin y al cabo es lo que importa. Porque termina un año pero empieza otro, lo que implica nuevos desafíos en un mundo cada vez más cambiante que nunca sabemos que nos puede deparar.
Estrés por cierre
Llega el último mes del año y la ansiedad por resolver lo que no se hizo en el año sumado a la sensación de vértigo por caernos en el próximo, más la incertidumbre e inestabilidad que generan enero y febrero por causa de las vacaciones hace que parezca que diciembre es el final, y no solo del año.
El estrés que está todo el año a flor de piel toma su máximo esplendor para esta época que junto con el calor nos incita a planificar las vacaciones y las fiestas se nos caen sobre la espalada. “En esta época del año, toda la familia está estresada” reflexiona Ángela Sosa –mamá, esposa y comerciante-. “Los chicos están rindieron los globales, los más grandes las materias finales en la universidad, estamos de balance e inventario en el negocio y en medio de todo eso queremos planificar las vacaciones para enero. El tiempo nos come” concluye bromeando pero con mucha realidad. Este panorama es frecuente en la mayoría de las familias mendocinas.
La psicóloga Lizett Gonzáles Rivera comenta que ciertas situaciones como resultado de ansiedades, angustias y preocupaciones nos generan estrés. “Los jóvenes sienten estrés cuando se acerca la época de exámenes y por supuesto que lo padres colaboran con este proceso y suman el propio” aclara. “De la misma manera generamos estrés cuando se acerca el final del año y tenemos regalos que comprar pero aún no sabemos ni qué regalar. Esta frustración la producimos nosotros mismos por falta de planificación. Esto es lo que se conoce comúnmente como el estrés de fin de año y aun tienen un tiempo para planificar lo que requieran hacer.” Esta manifestación de estrés puede causar que las cosas no salgan como queremos. Si bien el año termina y desde lo laboral es natural la necesidad de algunos cierres, hay que saber organizarse para que estos no nos atocige.
El balance del año
Quien más quien menos se toma un momento interno para reflexionar y pensar que en que se le fue el año y con qué comenzará el próximo. Este tipo de planteos puede ser productivo a veces aunque otras pueden generar angustias por no haber logrado los objetivos propuestos. Este tipo de análisis son útiles si vamos a hacer objetivos y nos va a permitir realmente generar un cambio o un avance, sino es preferible evitarlos. Cuando nos referimos a balance parafrasea con balanza o sea equilibrio y es realmente todo un logro conseguir una vida equilibrada, por lo que no debe sentirse como una frustración porque lo más común es que algo no esté en ese en su punto medio y justamente el desafío 2011 comience con ese objetivo.
Elegir para compartir
La decisión de con quién y dónde celebrar las fiestas suele acarrear conflictos internos entre lo que quiero y lo que debo. Por eso, lo primero es buscar el camino más saludable para librarnos de todas las ataduras
Las fiestas encierran un halo de espiritualidad, en especial la Navidad -seamos o no creyentes-que nos llama a rodearnos de amigos, familiares o seres queridos. El estar y compartir este momento con aquellas personas que son comprensivas y contenedoras es la mejor terapia para cualquier dolencia que se pueda llegar a agravar en esta época. Es saludable aprender a dialogar, negociar y establecer ciertos acuerdos ya sea con la pareja, la familia o los amigos, realzando lo que pensamos, respetando la decisión de los otros, siendo flexibles ante circunstancias especiales y aceptando el acuerdo.
“Para que las fiestas sean saludables, alejado del conflicto y el sufrimiento, es necesario conocernos, estar en contacto con nuestro interior para llegar a "ser uno mismo" y para eso se necesita poder usar la libertad responsable. "Soy yo" quien elige las opciones y no los otros los que deciden por mí” explica María Funes, terapeuta.
La previa y el post brindis
El mes de diciembre parece que tuviera más fines de semana que el resto del año, pero sucede que tiene la misma cantidad de días que la mayoría de los meses, sólo que lo hacemos rendir mucho más. Se suman las compras, los preparativos y la organización; aparecen los brindis con amigos, compañeros de trabajo, cierres de ciclos escolares, despedidas y bienvenidas. Es muy bueno disfrutarlo y pasarla bien pero para esta época hay que tener mucho cuidado con la alimentación y la bebida, ya que los excesos sumados a las altas temperaturas pueden arruinar el festejo final.
Por otro lado, nuestra cultura alentada por el clima es propicia para fiestas – ya sean megaeventos o privadas- y juntadas con amigos después de las doce. Es importante ser muy concientes de estas salidas, evitando el consumo de alcohol y extremando la precaución al conducir.
6 consignas para enfrentar las Fiestas
• No es necesario participar en una celebración familiar masiva si uno no quiere. Hay que aprender a decir que no y evitar involucrarse en una cadena de obligaciones que no todos están dispuestos a aceptar.
• Evitar el estrés de las compras de fin de año para llegar más a gusto a la celebración. Es decir si nos toca hacer la cena, tener la precaución de comprar anticipadamente igual que los regalos navideños a fin de evitar conglomerados de gente.
• Si en nuestros trabajos estamos bajo presión es importante planificar lo que debíamos hacer con anticipación para que al final no nos tengamos que quedar hasta tarde en nuestras oficinas tratando de terminar el trabajo pendiente.
• Planificar las vacaciones es una buena forma de ingresar en un nuevo año con el primer plan bajo el brazo.
• Buscar la forma de integrar a todas las partes de la familia y que a su vez cada uno tenga independencia de disfrutar la fiesta como más le guste sobretodo en el caso de los jóvenes.
• Evitar el tradicional balance si este no nos permite entrar al año con optimismo.
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1 comment:
Hey, I am checking this blog using the phone and this appears to be kind of odd. Thought you'd wish to know. This is a great write-up nevertheless, did not mess that up.
- David
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